HOSHI Nature: una historia real detrás de cada fórmula

De una necesidad personal a un propósito

No imaginé que mi historia con la cosmética natural empezaría con una varicela.

Después de pasarla, mi piel cambió. Me quedaron pequeñas marcas en el rostro que, más allá de lo estético, me recordaban cada día lo delicada que puede ser nuestra piel y lo poco que solemos escucharla.

Probé muchos productos, pero ninguno me devolvía esa sensación de equilibrio que buscaba. Así que, poco a poco, empecé a investigar por mi cuenta.

Me formé, experimenté, y aprendí a mezclar aceites y extractos. Lo que empezó como una curiosidad se convirtió en una pasión que me acompañó durante más de quince años.

Mi primera fórmula fue una crema regeneradora, creada con la única intención de sentirme bien en mi propia piel.

Y fue ahí, sin buscarlo, cuando comenzó todo.

El significado de HOSHI

En japonés, hoshi significa estrella.

El nombre me encontró casi por casualidad, aunque en realidad resumía perfectamente lo que quería transmitir: una luz sencilla, honesta y natural, la que cada persona lleva dentro y que brilla cuando su piel está en armonía.

HOSHI Nature nació como la materialización de ese sueño: crear una cosmética que respete el ritmo de la piel y el de la naturaleza. Que sea efectiva, pero también coherente con lo que creo y con cómo vivo.

Una cosmética viva, honesta y artesanal

Trabajo cada fórmula desde mi propio taller, en pequeños lotes, con ingredientes de proximidad y de origen vegetal.

No utilizo bases industriales ni agua, porque creo que una piel sana no necesita que la llenemos de rellenos, sino que la alimentemos con lo esencial.

Cada producto que sale de mis manos tiene una historia. Una intención. Y mucho tiempo detrás.

Me gusta pensar que, cuando lo aplicas, no solo estás cuidando tu piel, sino participando en un gesto consciente hacia ti y hacia el entorno.

Nuestros valores, mi compromiso

HOSHI Nature no es solo una marca, es una forma de entender el cuidado personal.

Creo en la transparencia, en la sostenibilidad y en el respeto: hacia el planeta, hacia quienes confían en mí y hacia cada ingrediente que utilizo.

Por eso, elaboro los productos de forma artesanal, utilizando aceites vegetales puros, extractos ecológicos y activos naturales cuidadosamente seleccionados.

Cada fórmula busca un equilibrio real: que funcione, que se sienta bien, y que sea coherente con los valores que la inspiran.

Conecta con tu piel